La población española cuenta un elevado número de ancianos. Es uno de los países con más porcentaje de ancianos de Europa y ello se refleja también en la carretera. De hecho, 10% de los conductores son mayores de 65 años.
A pesar de que a esas edades los reflejos disminuyen y mucho, esos conductores se ven inmplicados en 5% de los accidentes. Pero aquí es donde, en mi opinión, se hace un mal uso de las estadísticas. Es como afirmar que las mujeres conducen mejor que los hombres, basando la afimación en estadísticas de multas, exceso de velocidad y pruebas de alcoholemia, pruebas en las que los hombres salen peor parados. Pero son pruebas poco contundentes, pues no se puede afirmar que las mujeres conducen mejor por ir más lentas o tengan menos multas.
Con los ancianos ocurre algo similar, por representar un porcentaje inferior al resto de conductores, es menor la probabilidad de su implicación en accidentes. También conducen a menor velocidad. Pienso que gran parte de los accidentes se evitan gracias a la rápida reacción de los jovenes, no por ser los ancianos buenos conductores.
Creo que a partir de cierta edad se debería pasar un control más riguroso y con mayor frecuencia. Conozco otro caso de una mujer anciana que dejó de conducir «por prudencia» después de sufrir un accidente por un ataque al corazón mientras conducía. Por suerte no hubo que lamentar víctimas, pero esto da mucho que pensar.
Además tengo un vecino que padece de esquizofrenia. Tiene su coche en el garaje y lo utiliza todos los días. No me parece normal que una persona con un diagnóstico así tenga tanta libertad, pues no es de fiar. Su propia madre duerme con una maleta debajo de la cama por si tiene que salir corriendo, y ¿los demás nos debemos fiar de que no querra suicidarse en un accidente contra nuestro coche?
Por otro lado, quiero transmitir a los que lean esto, que no arremeto contra los ancianos ni contra las mujeres ni contra la gente enferma y espero que nadie se sienta identificado ni ofendido. Soy de mente bastante abierta y a estas alturas debemos saber comportarnos. Lo que quiero es evitar echarnos la culpa unos a los otros constantemente y ser más autocríticos, además de sacar leyes menos absurdas y más lógicas.