La variante 100% eléctrica del Volkswagen Golf (Volkswagen e-Golf) que está próximo a cesar su producción ha logrado llegar al fin de su vida comercial con un hito importante: lograr producir 100.000 unidades del modelo. Y todavía hay más: quieren producir 16.000 unidades más antes de que ese momento llegue, a finales del presente año.
Su aparición inicial en el mercado se llevó a cabo en el año 2013, con una batería de 24,2 kWh que le otorgaban una autonomía de 190 km y una potencia de 115 CV. En 2017 se puso al día, recibiendo una batería de mayor capacidad (35,8 kWh), además de un motor más potente que llegaba a los 136 CV, con una autonomía de 300 km con el mismo ciclo de homologación y 230 km con el ciclo WLTP.
No ha sido el primer VW eléctrico, ya que le precedió un año antes el Volkswagen e-Up! La unidad número 100.000 se entregó recientemente en la fábrica transporte de Dresde, que será, a su vez, la que producirá el ID3. Como ya te contamos, el nuevo Volkswagen Golf no contará con versión eléctrica, ya que en su lugar será el ID3 el encargado de adoptar ese rol, que nace ya con una vocación de coche completamente eléctrico y no un de un modelo con motores eléctricos y de combustión interna como sucedía hasta ahora.
En 2018 se entregaron 24.800 unidades del modelo, y desde Enero hasta Octubre del presente año, 27.900 unidades, lo cual demuestra que pese al inminente relevo generacional del modelo, sigue manteniendo una fuerza comercial más que notable. Sus mercados principales han sido Noruega, Alemania, Estados Unidos, Reino Unido y Países Bajos.
Volkswagen ha realizado una importantísima inversión en eléctricos, cuya cifra se eleva hasta los 33.000 millones de euros, que darán como resultado en los próximos 10 años 75 modelos con un total de 26 millones de unidades producidas.