Hace algunas semanas, Land Rover nos sorprendió a todos con el Land Rover Defender Works V8, una edición especial que resucitaba a un modelo ya dejado de fabricar tiempo atrás (y el cual, pensábamos que no volveríamos a verlo salir de fábrica nuevo) pero en este caso sometiéndolo a profundas modificaciones que hicieron todas nuestras delicias.
En este caso, los Land Rover Defender Works V8 no se iban a producir en la misma línea de producción que los anteriores Defender, sino que en este caso, sería la división SVO de la firma quien de manera unitaria fabricaría a mano las 150 unidades previstas.
Sin duda, lo más destacable de entre los cambios realizados, es el motor V8 de 405 CV atmosférico con un par de 515 Nm asociado a una caja de cambios automática de ocho velocidades firmada por ZF. Se edulcora, además, con una suspensión específica a la que acompañan muelles y estabilizadoras pensados para esta potencia, además de un sistema de frenos mucho más potente. Mantiene, eso sí, los dos ejes rígidos y la reductora de dos relaciones.
Las prestaciones mejoran de manera notable, catapultándolo desde parado a los 96 km/h en tan sólo 5,6 segundos y limitando eso sí, su velocidad máxima a 170 km/h por motivos de seguridad.
Como te puedes imaginar, estando SVO en la ecuación y siendo además una tirada tan limitada, el coste era astronómico: nada menos que 200.000 euros, pudiéndose escoger con caja corta (90) o larga (110), y aún, pese a eso, tan sólo han tardado un mes en lograr adjudicar todas las unidades.
Unidades, que por cierto, casi con total seguridad, aumentarán en cotización en unos años, al tratarse de una tirada tan exclusiva, oficial de la marca y rompedora con lo que venían ofreciendo hasta que cesaron su comercialización.