¡Llegó el momento! Después de años de espera y una infinidad de rumores e informaciones, por fin podemos contemplarlo: estamos ante el nuevo BMW Serie 8. El modelo definitivo que veremos llegar a España y con el que BMW asaltará el mercado de los grandes coupés premium y deportivos. Los de Múnich querían ir a por todas, y parece que tienen el arma perfecta para ello. El Serie 8 es brutal se mire por donde se mire, y es exactamente lo que esperábamos… o incluso más aún.
Tomando como punto de partida el prototipo original, el modelo definitivo cuenta con los cambios necesarios para la homologación necesaria de cara a los principales mercados en los que se comercializará. La esencia del BMW Serie 8 se asemeja a la del Serie 8 de los años noventa: un coupé de grandes dimensiones, con un prominente frontal, una trasera recortada y una puesta en escena digno de un coupé deportivo que pondrá las cosas difíciles a los principales rivales a los que se enfrentará.
Con un gran surtido de nuevas tecnologías, el BMW Serie 8 cuenta con cuatro plazas para adultos y las dimensiones hablan por sí solas: 4.84 metros de longitud, 1.90 metros de anchura y 1.34 metros de altura. En el caso del BMW Serie 8 M850i, la longitud y la altura crecen mínimamente, un detalle curioso que no suele ocurrir en este tipo de modelos. El habitáculo incorpora velocímetro digital con pantalla de instrumentos de 12.3 pulgadas, y pantalla multimedia de 10.25 pulgadas, táctil y con el sistema operativo más moderno hasta la fecha desarrollado por BMW.
En el momento inicial de la comercialización, que será este otoño -a Europa llegará en noviembre-, estará disponible con dos motorizaciones: 840d xDrive y M850i xDrive. Ambos contarán con tracción total de serie, desarrollando 350 y 530 caballos, respectivamente. El primero es un turbodiésel de 6 cilindros en línea y 3.0 litros, y el segundo un V8 de 4.4 litros. Ambos con caja de cambios automática de 8 velocidades, y unidos a una tracción xDrive que envía toda la potencia al eje trasero excepto en pérdidas de adherencia o cuando se requiere por el uso de altas prestaciones, momento en el cual se envía potencia al tren delantero.
El 840d xDrive acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 4.9 segundos y el M850i tarda 3.7 segundos. A pesar de que el modelo gasolina es muy potente y ya de por sí marca cifras de vértigo, no será el más potente de la casa: BMW comercializará un M8 en 2019. Una vez lo veamos debutar este otoño -posiblemente en el Salón del Automóvil de Fráncfort-, se desvelará el resto de la gama de motorizaciones, que incluirá un 6 cilindros en línea gasolina con menor potencia y más asequible.
