Cuatro años después del lanzamiento inicial del baby Cayenne, los chicos de Stuttgart ponen a punto una renovación de medio ciclo del Porsche Macan para continuar ejerciendo músculo en un nicho de mercado que Porsche conoce a la perfección. El nuevo Macan hace un giro a la vieja escuela con un diseño que a priori no cambia demasiado, pero sí lo suficiente para que nos recuerde a la época más legendaria de Porsche.
El nuevo Porsche Macan incorpora unas nuevas ópticas traseras que forman un diseño único de línea horizontal tal y como ya estamos viendo en los nuevos modelos de la marca, junto con cambios sustanciales en la carrocería que forman un cúmulo de mejoras que servirán para que el actual Macan aguante en el mercado al menos, tres años más. De hecho, lo más significativo más allá del diseño de la parte trasera, pasa por la consola central del habitáculo, que cuenta ahora con una pantalla de 11 pulgadas, sustituyendo a la actual de 7 pulgadas.
Más allá de los cambios estéticos, Porsche ofrecerá mayor estabilidad y solidez en el chasis a través de cambios sustanciales en la suspensión y el frenado. Sin embargo, no hay información alguna sobre cambios en las motorizaciones, aunque se espera más potencia y queda en el aire la continuidad del Macan diésel. El Macan Turbo, por otra parte, recibirá una actualización que podría llevarlo hasta un incremento de 20 o 30 caballos, fijándose en torno a 430 cv la cifra total.