Finalmente Volkswagen ha confirmado los motores que necesitarán únicamente de una solución trivial y rápida, de bajo coste, así como aquellos que necesitarán una solución mucho más compleja y profunda.
Concretamente, los 2.0 TDI únicamente necesitarán de una actualización de software en la centralita, mientras que los 1.6 TDI serán los que tengan que recibir una revisión más profunda. Es por ello que los 2.0 TDI serán los primeros en recibir dicha actualización desde comienzos de 2016. Sin embargo, los 1.6 TDI deberán esperar por lo menos hasta Speitmebre de 2016. Tal y como se conocía, es muy posible que con la actualización de dicho problema se experimente una pérdida de potencia y prestaciones frente a las que se se adquirió el modelo.
Por su parte, de los 1.6 TDI, del total de 8 millones de diésel con el problema de la adulteración de emisiones, 3.6 millones de unidades corresponden al citado motor comercializados bajo Volkswagen, Audi, Skoda y SEAT. Estas modificaciones de hardware podrían pasar por el cambio de los inyectores y catalizador, algo que supondrá unos gastos mucho más considerables que sufragar para poder llevarlo a cabo.
Recordemos que según las informaciones oficiales, hay actualmente en torno a las 11 millones de unidades afectadas por este problema circulando por todo el mundo, aunque las últimas previsiones bajaban esa cifra en torno a los 9 millones. Un desembolso muy importante que ha generado una gran preocupación e incertidumbre entre los 590.000 del grupo Volkswagen (y todas sus marcas) en todo el mundo, si bien, desde VW han afirmado que no habrá despidos aunque sí que se cancelarán todos aquellos modelos totalmente prescindibles de cara al futuro.