Si estás leyéndonos aquí es porque casi con toda probabilidad, tú también seas un amante de los coches y quieras a tu coche con una locura inmesurable. Pero… a menos que todo tu círculo sean gente afín a tus mismos gustos y prioridades, te encontarás habitualmente con flases flagrantes que en cierto modo, aunque te las digan sin maldad, acaben dañando tu orgullo de amante de los coches.
Vamos a recopilar algunas de las más habituales.
¡Deja de mirar tu coche!
Estás enamorado de tu coche. Pero… hay una frase -a la que no le falta razón- que afirma que si tú no miras atrás cuando aparcas el coche para observarlo, quizá te hayas equivocado con el coche que te hayas comprado. Estamos casi seguro de que tú lo haces así, pero… ¿nunca te han dicho algo al respecto cuando lo has hecho delante de otra persona? como por ejemplo, que quieres con locura a tu coche, con cierto rintintín.
No te importa. Pese a todo, cada vez que lo aparques, seguirás girándote y mirándolo con ojos de quinceañero enamorado.
¿Es diésel o gasolina?
Imagínate, tienes un gasolina de seis o ocho cilindros cuyo bramido te hace poner la piel de gallina. Y… llegas a tu grupo de amigos a enseñarles tu nuevo coche y aparte de hacer las típicas preguntas, te hacen una aún más peliaguda si cabe. ¿es diésel o gasolina? Sí, es cierto, en los nuevos diésel de seis cilindros con un escape es fácil asemejar su sonido al de un motor gasolina, ¡pero tú tienes un gran motor gasolina!
¿Puedo comer en tu coche?
La respuesta es obvia. No, no y no. Mi coche viene a ser algo así como mi santuario. No hay lugar aquí para tu comida.
¿Cuánto gasta?
Otra pregunta también bastante habitual y que es independiente del tipo de carburante que emplee nuestro coche. Cualquier cifra que le digas a tu grupo de amigos les parecerá desproporcionada, y te espetarán con un «mi coche gasta menos» o un «tienes que llevar la -introduzca aquí nombre de gasolinera popular- remolcada detrás». No es algo que te importe. disfrutas cada kilómetro que recorres con tu coche sin estar preocupándote de su consumo.
¿Es un Honda? ¿es un Hyundai?
Aunque con la popularización de Hyundai en el viejo continente durante los últimos años esta pregunta ya no resulta tan habitual, todavía sigue estando presente. Te compras un flamante Honda S2000 (que como bien sabes, ahora no resultan especialmente económicos en el mercado de segunda mano) y debido a que es un coche poco visto por nuestras carreteras, hay gente que osa preguntarte si es un Hyundai. Tú, fiel amante de Honda, le dejas bien claro que se trata de un Honda.
