IMSA es un preparador alemán que se ha decantado en este caso por una de las berlinas de Mercedes que sabe conjugar mejor el lujo, tecnología y deportividad en su iteración de AMG. Hablamos del Mercedes-AMG S63, al que le ha realizado múltiples cambios para variar su estética y dotarle de un aporte extra de potencia.
Para ello, los 612 CV y 900 Nm de par de serie se transforman en unos nada despreciables 720 CV y 990 Nm de par, gracias a la instalación de dos nuevos turbocompresores, catalizadores de alto flujo y downpipes realizadas en acero inoxidable. Es de suponer que esta mejora de potencia logre mejorar las cifras arrojadas por el modelo de serie, como un 0-100 km/h en 3,5 segundos, si bien, no han especificado si esto es así.
El broche final viene de la mano de un kit aerodinámico fabricado en fibra de carbono, que suma algunos acoples adicionales además de un discreto alerón trasero de tipo pestaña sobre el portón trasero. Además de una parrilla delantera que prescinde de las estrella de tres puntas de la marca, sucediendo también lo mismo en la zaga del modelo.
Otro cambio palpable son las llantas, modelo CR2 forjadas y en 21 pulgadas con neumáticos delanteros 255/35 y traseros 295/30 a las que acompañan unos separadores para lograr unos 15mm adicionales por lado (no sabemos por qué recurren a ellos en lugar de al ET/ancho).
Finalmente, para el interior proponen cambios en las tapicerías de asientos, paneles de puerta o acabados de la consola central, todos ellos, pudiéndose elegir bajo encargo en el extenso catálogo que han puesto a disposición de aquellos interesados en transformar su S63, más allá de las opciones que nos ofrece Mercedes-AMG y su departamento de personalización.