En esta jungla que es el mundo automotriz, para sobrevivir y hacerte fuerte, a veces hay que recurrir a las asociaciones con otros grupos y fabricantes automovilísticos, para el intercambio de sinergías o el desarrollo conjunto de ciertos elementos que repercutan en un ahorro de costes, sin verse por ello repercutido el cliente final, ya que ese ahorro de costes es fruto del desarrollo conjunto entre ambos.
La última novedad en este campo nos llega de la mano de Renault-Nissan y el fabricante Mitsubishi, que están estudiando formas de colaboración bajo la ‘colaboración mundial extendida’. Recordemos que en la actualidad, ya existe un nexo de colaboración entre Mitsubishi y Nissan desde el año 2011 relacionado con el desarrollo de Kei Cars, sin embargo, en este caso, se ampliaría dicha colaboración a la alianza franco-japonesa.
Una alianza de la que se muestran satisfechos los presidentes de ambas compañías
El acuerdo que están estudiando, contempla la posibilidad de compartir tecnologías de vehículos eléctricos, así como plataformas y desarrollo de nuevos modelos. Uno de los primeros beneficiados, sería Mitsubishi que lanzaría una berlina del segmento D con reminiscencias de otras de Renault, que se comercializaría en Canadá y Estados Unidos y se produciría en la factoría de Renault-Samsung en Busan (Corea del Sur). Más adelante se espera un modelo del segmento C de la cual se desconoce aún dónde se produciría y los mercados a los que llegaría.
También, se contempla el desarrollo de un nuevo Kei Car de propulsión eléctrica, que como es natural, estará destinado al mercado japonés, puesto que allí la legislación, densidad de población y tipo de carreteras favorecen mucho el uso de este tipo de vehículos, no siendo tan interesante su uso en casi toda Europa, quitando a aquellas ciudades más grandes, que en lugar de fomentar la adquisición de este tipo de vehículos, en su lugar, optan por restringir el acceso de vehículos a zonas céntricas, o permitirlo previo paso por caja. Esto no significa que no pueda llegar a Europa, porque aquí ya tenemos el i-MIEV, y porque no es la primera vez que se exportan este tipo de vehículos fuera del mercado JDM (Japanese Domestic Market) a otros mercados, instalándoles eso sí un propulsor de mayor potencia y cubicaje.