Un gran cambio se está gestando en Skoda, y prueba de ello es la intención de presentar en el próximo Salón del Automóvil de Ginebra -se celebrará en marzo- una variante coupé de su Octavia. En la recreación de la fotografía, se ve un vehículo primo hermano del Volkswagen CC, con el que comparte algo más que las formas.
El modelo, es un refinamiento de las líneas del Octavia, con unas ópticas triangulares, grandes llantas, y un parabrisas ligeramente más inclinado de lo habitual, que da paso a un techo que cae progresivamente hacia la zaga dibujando una línea característica, que tan de moda puso hace años el Mercedes CLS.
Inevitablemente, las nuevas formas que toma el Octavia van en detrimento de su habitabilidad, pero bastante menos de lo que cabría esperar, ya que con los asientos abatidos ofrecerá una capacidad cercana a los 1500 litros. Una variante de tres puertas hubiera resultado sin duda mas atractiva, pero la marca sabe que con esta configuración llegará a un mayor rango de mercado.
Modelos nuevos para nuevas aspiraciones
No es casualidad la aparición de nuevos modelos en la marca checa, y es que su intención a medio y largo plazo es la de aumentar significativamente sus ventas a nivel mundial, sobre todo en China, donde su crecimiento es exponencial desde hace años. El Grupo Volkswagen -al que pertenece Skoda- quiere convertirse en 2018 en el mayor fabricante de automóviles del mundo, y sabe que Skoda es una pieza fundamental para lograrlo.
Las cifras están sobre la mesa, Skoda quiere vender un millón y medio de coches al año, y la estrategia escogida es la de mejorar la estética de sus vehículos y ampliar su gama en, al menos, tres modelos. Dos de ellos serán SUV, con un mercado cada vez mayor -todas las marcas se han rendido ante esta moda-, uno de siete plazas, y otro más pequeño basado en el VW Tiguan. Estaremos atentos a los pasos que vaya dando Skoda en el futuro, seguro que nos tiene preparada alguna sorpresa.
Vía: Auto Express
