BMW es una de las marcas europeas que más ha apostado en firme (y arriesgado) por los eléctricos a corto plazo, sin embargo, aún hay un largo camino por recorrer en el mercado para que poco a poco los vehículos eléctricos vayan consolidándose como una alternativa real y tangible a otros modelos de configuraciones mecánicas convencionales.
Y aunque hace más bien poco, anunciaron que su intención era seguir con la ampliación de la gama ‘i’, parece que ahora han reculado un poco y quieren esperar acontecimientos. ¿Cómo? observando la evolución de ventas y penetración en el mercado de sus dos eléctricos estrella, el i3 e i8. Una vez puedan corroborar sus capacidades comerciales, es cuando retomarán de nuevo los eléctricos como una apuesta fuerte.
A la espera de acontecimientos
Eso no supone que BMW cambie de estrategia, puesto que tiene registrados los nombres desde el i1 hasta i9, así que es de esperar, como mínimo, un modelo de correspondiente a cada número en un futuro a largo plazo, cuando tengan más claros sus objetivos. Y es de esperar que lo hagan sobre nuevos segmentos donde aún no han experimentado con eléctricos.
En cualquier caso, todo esto no supone que por el momento, las expectactivas de ventas no se estén cumpliendo, ya que por ejemplo en el caso del i3, sus más de 11.000 ventas desde Noviembre y una lista de espera de seis meses, es motivo suficiente para que la firma bávara esté -por el momento- satisfecha con su acogida comercial.