Cuando Ford lo presentó oficialmente a la prensa todos nos quedamos un poco impresionados, y no es para menos. El nuevo Ford Mustang Glassroof añade un techo totalmente de cristal y panorámico que lo convierte en prácticamente un salón con ruedas. Es increiblemente atractivo y está lo suficientemente protegido como para ir al descubierto las 24 horas del día.
El Glassroof está compuesto unas capas de oscuridad en zonas claves y al ser tan grande, el conductor o el copiloto no pueden determinar dónde finaliza. Por dentro se puede tapar con un techo interior movible, que en caso de extenderlo, convierte por dentro al Mustang en un coupé normal y corriente, hasta que quieras disfrutar de las vistas del cielo.
Ford no ha publicado precios definitivos, pero lo cierto es que a pesar de no ser innovador, es muy, muy atractivo.