Es cierto que las marcas premium europeas están trabajando intensamente en la reducción de peso de cara a sus próximos lanzamientos. En el caso del BMW Serie 5 la tónica será la misma, aunque no tan radical como los 300 kilos menos del Audi Q7, por ejemplo.
Los bávaros están trabajando en un chasis y carrocería optimizados para conseguir reducir el peso en más de 100 kilos, respecto al modelo actual. Una cifra que de por sí es muy interesante y que se verá reflejada sobre todo, en las versiones más deportivas, incluyendo por supuesto el BMW M5.
Un diseño evolucionado
Podemos confirmar que la nueva generación del BMW Serie 5 no contará con un diseño revolucionario, sino más bien una evolución lógica a partir del actual modelo. La aceptación del Serie 5 actual ha sido bestial, siendo calificado por muchos como una de las berlinas más bonitas y atractivas de toda la década. BMW no implementará líneas arriesgadas o cambios abruptos tal y como ya ocurrió con el E60 (modelo anterior). Los deberes están hechos en cuanto a la estética y aerodinámica, y bajo el capó podría haber sorpresas…
…y es que el rumor de la posible intrusión del 3 cilindros turboalimentado está presente. En Europa se está desarrollando y a muy buen puerto motores de 3 cilindros en coches de gama alta, y aunque suene incluso aventurado, en el futuro puede que sea una opción a tener en cuenta. De no ser el caso del próximo BMW Serie 5, sí podemos asegurar que estará disponible con una buena gama de motorizaciones de 4 y 6 cilindros. En el caso del M5, no olvidemos que ya os confirmé que estará disponible con la tracción total xDrive. Que por cierto, este aumento de peso estará muy bien compensado por esos 100 kilos menos.