Tras presentarnos el año pasado el Mondeo Vignale, una edición de lujo de su berlina más representativa, Ford vuelve a abordar ese nicho de mercado, pero esta vez con un monovolumen. El agraciado no es otro que el S-MAX, al que han vestido con sus mejores galas para destacar en el Salón Internacional del Mueble de Milán.
Si al igual que yo, te has preguntado qué pinta un Ford S-MAX en una feria de muebles, la respuesta viene dada por dos motivos: el primero es que Ford se ha inspirado en las últimas tendencias en diseño de muebles para este edición especial, y el segundo es que dicho salón es un escaparate ideal al que se asoman infinidad de amantes al lujo, potenciales clientes de este nuevo modelo.
Según Ford, la mitad de los coches de gran tamaño que venden, salen de los concesionarios en sus versiones de gama alta, y un 15% de los clientes piden un mayor nivel de especificación y servicio al cliente.
Vehículos de lujo vendidos en espacios de lujo
El modelo se comercializará a partir del año próximo, después de la salida al mercado del Mondeo «premium». El exterior destaca por unas nuevas llantas de 21 pulgadas, detalles en aluminio cromado, una parrilla de diseño hexagonal Vignale, y el exclusivo color «Milano Grigio» de la carrocería.
En el habitáculo reina el lujo, que se percibe nada más ver los espectaculares asientos en cuero de alta calidad y relieves hexagonales, que son resaltados por unas costuras en hilo rojo. Tampoco faltan los detalles tecnológicos, como la comunicación avanzada «coche a coche», el soporte para tablets de los asientos posteriores o los asientos flexibles, con un diseño estrecho que aumenta la sensación de amplitud.
Ford apostará por crear instalaciones para la venta de estas variantes de lujo en algunos de sus puntos de venta. Denominadas «Vignale Lounges», serán cuidados espacios donde los clientes más selectos recibirán un trato personalizado, para que su experiencia de compra sea más agradable.