La deslocalización de empresas por parte de muchísimos sectores a China para la fabricación de sus productos le ha servido al imperio asiático como uno de los balones de aire durante estos últimos años para poder crecer a los niveles anuales increíbles a los que estaba creciendo. Pero lo cierto es que el panorama está cambiando bastante últimamente por parte de algunas empresas que tradicionalmente fabricaban allí.
Un producto fabricado en China no necesariamente ha de tener una calidad mediocre. Generalmente, cuando la ingeniería, diseño y desarrollo está respaldada por una empresa de otro país, aún produciéndose en China, suele tener una buena calidad, en gran parte porque esta empresa respalda que la producción se ajuste a los estándares de calidad que ellos buscan. La cuestión es que tal y como ocurre en muchos productos diseñados y producidos en China, debido a que dicho producto tiene un I+D nulo (por ser una copia de otro) o por el brutal ahorro de costes en todos los aspectos, incluido el de controles de calidad para poder ofrecer un precio final mucho más barato que sus rivales, ha propiciado que tengamos esa mala imagen de los productos Made in China.
Con el paso de los años, los chinos han ido alejándose cada vez más del cuenco-arrocismo y levantándose para exigir cada vez más derechos laborales y mejores sueldos. Esto ha generado dos vertientes derivadas del problema: la primera es que fabricantes extranjeros que tradicionalmente producían allí por lo económico que resultaba, y que quieren seguir apostando por la mano de obra barata para sus productos, han optado por irse a otros países emergentes. En el caso de otros fabricantes, se han percatado de que ya no les sale rentable producir allí frente a hacerlo en sus países de origen, o incluso, se han percado también tras muchos años que el nivel de calidad logrado allí no era el mismo que se lograba en su país natal.
Y de esta última vertiente, hemos visto casos por parte de multinacionales como Apple, en las que han optado por fabricar su nuevo buque insignia (el Mac Pro) en Estados Unidos y tienen planes en el futuro de retornar la producción de más productos. A una escala más pequeña, podríamos poner el ejemplo del sector del calzado en Alicante, que estos últimos años ha optado por fabricar nuevamente en Alicante en lugar de China debido al incremento de los costes y porque cada vez resulta más difícil controlar la producción para que se ajuste a los estándares.
Lexus no quiere producir en China, de momento
Después de contarte esta pequeña introducción al problema, vamos a abordarlo desde una perspectiva motorizada.
Importantes fabricantes de coches, como Ford, General Motors y Volkswagen apostaron por abrir fábricas en China para producir sus modelos. ¿Y por qué han hecho eso? para eliminar los aranceles de importación y los enormes gastos de logística que supone importarlos.
Pero principalmente, por una medida proteccionista del gobierno, y es que, el gobierno de China aplica unos aranceles de importación a los vehículos importados, que hace que su precio final se encarezca considerablemente y no puedan ser tan competitivos en aquel mercado. Claro, si tenemos en cuenta que China es en la actualidad el mayor mercado mundial de automoción, superando a EEUU, es un problema de cara a la expansión de la marca.
El mayor problema de todo esto, es que si una marca de coches extranjera quiere abrir allí su fábrica, está obligada de por ley a asociarse mediante una joint-venture con fabricantes locales (en los que además, no pueden tener más del 50% de la propiedad de la empresa China), como pueden ser SAIC, Dongfeng y FAW, y logrando de esta forma un know-how «gratuito» por parte del fabricante extranjero hacia la industria local.
La cuestión es que la filial de lujo de Toyota, Lexus, por el momento, se niega a producir en China, tal y como hemos podido conocer en unas declaraciones de Tokuo Fukuichi, CEO de Lexus a Reuters UK. El trío de alemanes han abierto o están abriendo fábricas allí para poder abastecer la gran demandar que tienen en aquel mercado.
¿Las razones? Cuestión de calidad. ¿Están diciendo con eso que tienen más calidad que el trío de los alemanes? Ni mucho menos. Las razones que esgrimen para no producir en China, son, principalmente, la calidad de fabricación allí realizada no se asemeja a la que pueden lograr en lugares como Japón, Europa o EEUU y dado que su reputación en el mundo del automóvil es más bien corta (desde 1989), mientras que en el caso de las otras marcas es mucho más extensa, esto los hace mucho más sensibles y vulnerables ante cualquier defecto de fabricación, donde podrían cosechar una mala imagen en cuestión de poco tiempo y tener un serio problema comercial del que les costara años salir , cosa que a las otras marcas les afectaría en mucha menor medida al estar más presentes en la cultura general por las décadas de historia con las que cuentan.
Actualmente, Lexus fabrica todos sus modelos en Japón y Canadá, aunque tienen planes de abrir también una factoría en Estados Unidos. ¿Darán finalmente el brazo a torcer viendo que los rivales alemanes están multiplicando la cuota de mercado de Lexus en aquel mercado?