Hace unos meses que Citroën nos presentó el aspecto definitivo de su C4 Cactus, un vehículo con una clara misión: no dejar a nadie indiferente. El innovador diseño aporta frescura al segmento de los crossover compactos, cada vez más copado por modelos de casi todos los fabricantes.
Muchas son las innovaciones que plantea el Cactus, sobre todo en el interior, donde podemos ver un asiento delantero de tipo sofá, y un salpicadero de formas irregulares, que es posible gracias a que el airbag del acompañante está situado en el techo.
En el exterior, apreciamos un diseño robusto, gracias en parte a los amplios y marcados pasos de rueda, a la altura libre al suelo, y a unos innovadores elementos de protección colcados en las puertas, que la marca francesa ha decidido bautizar como Airbumps. ?stos no son más que unos elementos fabricados en poliuretano termoplástico y rellenos de aire, que protegen al C4 Cactus de los desperfectos producidos por pequeños impactos y rozaduras en ciudad. Pese a su aparente simpleza, esconden un arduo trabajo de desarrollo y fabricación.
En su desarrollo han participado 50 personas desde 2007
Las fases de desarrollo por las que ha pasado el Airbump hasta ser incorporado en un coche de serie, nos sirven como ejemplo de la complejidad que se esconde tras la fabricación de las piezas de automóviles. Desde el año 2007 se ha ido perfeccionando la idea, hasta conseguir un elemento que cumpla con todas las exigencias estéticas, funcionales y de resistencia al paso del tiempo.
Cada una de las burbujas tiene 20 milímetros de profundidad, lo justo para ofrecer protección contra pequeños golpes, rozaduras y picotazos, pero sin comprometer la aerodinámica. Se ofrecen en cuatro colores distintos para poder combinarlos con el color de carrocería elegido, y para su composición hicieron falta más de 30 pruebas hasta dar con la mezcla idónea, que incluye fibra de vidrio.
Hasta dar el visto bueno definitivo, se realizaron más de 3000 piezas prototipo, y se realizaron pruebas tan poco sofisticadas como llenar un carrito de la compra con 40 kilos y golpear el coche en repetidas ocasiones, o abrir la puerta contra bolardos metálicos o contra la puerta abierta de otro vehículo. Cuando empieces a ver al Cactus por la calle, recuerda la curiosa historia que esconden estos novedosos elementos.
