El preparador alemán Oettinger da no una, sino dos vueltas de tuerca más al Volkswagen Golf R de séptima generación, convirtiendo el hatchback de altas capacidades dinámicas y deportivas, en una verdadera bestia de asfalto. Los 400 caballos que desarrollan el 2.0 litros de 4 cilindros, dan buena cuenta de ello.
Oettinger ofrece un gran pack de modificaciones mecánicas y estéticas para transformar en gran medida el Golf R. A simple vista, son palpables los nuevos paragolpes, el portentoso difusor trasero, las llantas exclusivas de 20 pulgadas (también en 19)… las dos salidas de escape dobles quedan perfectamente conjuntadas, y en general el exterior del Golf R de Oettinger nos avisa de las numerosas mejoras bajo la carrocería.
Electrónica optimizada y un turbo más grande
El secreto de Oettinger para conseguir tal potencia pasa por instalar en primer lugar un turbocompresor más grande, adaptado al propulsor alemán gracias a una reprogramación de la ECU y diversos cambios para adaptar todo el sistema electrónico a las necesidades del turbocompresor. Como resultado, el 2.0 litros TFSI desarrolla 400 caballos de potencia y 500 nm de par, 100 cv más que el Golf R estándar, y suficientes para conseguir una aceleración inferior a los 4 segundos. Es decir, estaos hablando ya del margen de los 3 segundos… ¡y es un compacto!
Con estas especificaciones, Oettinger pone a disposición de los que lo deseen frenos de alto rendimiento, y una línea de escape nueva que no está claro si también ofrece más caballos. También se puede adquirir esta preparación en versión «soft», otorgando 360 cv.