El actual propietario de Saab, National Electric Vehicle Sweden (NEVS), ha anunciado que detendrá la producción de su factoría que actualmente produce únicamente el 9-3 durante cuatro semanas por problemas de liquidez. Eso sí, esto no implica según ellos problemas a largo plazo, ya que únicamente se trata de un pequeño bache que se ha dado por una serie de circunstancias.
Recordemos que aún nos pilla muy de cerca todo el culebrón de Saab, donde se logró volver a poner en funcionamiento tras dos años y medio de parón y muchos tira y afloja su factoría de Trollhätan. Así que una noticia así no es especialmente alentadora, pese a la calma que intentar transmitir desde la compañía.
Se trata de algo temporal
Principalmente, el problema de financiación ha venido por parte del incumplimiento del contrato por parte de la china Qingbo que posee el 22% del accionariado de NEVS, desplazando la carga económica al National Modern Energy Holdings (NME), por lo que ahora están negociando un acuerdo con un fabricante de coches así como otro de cara a poder asegurar su futuro a medio y largo plazo.
Pero mientras tanto, hasta que logren asegurar su futuro, han optado por el empleo de créditos a corto plazo a fin de poder pagar a proveedores y todos los demás gastos. ¿Supondrá esto que se retrasen los planes de expansión de la marca? Recordemos que tras el verano, Saab tenía pensado volver a reintroducirse en algunos mercados que abandonó tras su suspensión de pagos, como por ejemplo, España. Eso por no hablar del desarrollo del 9-3 eléctrico así como la Phoenix Architecture.
