La emblemática pick-up de Toyota, más conocida como Hilux, se ha puesto al día con algunas novedades tal y como ha comunicado la filial española. Un éxito que se prolonga a más de 45 años gracias a factores como un mantenimiento sencillo, fiabilidad y sobre todo, un precio ajustado. Desde el año 1967, Toyota ha logrado comercializar 13 millones de unidades a nivel mundial.
Los cambios introducidos pasan por una mejora del equipamiento en varios aspectos. Para empezar, todos los Hilux equipan ahora llantas de 17 pulgadas de serie (en 225/70 en las variantes GX de cabina simple y 265/65 en la cabina doble con niveles de equipamiento GX, VX y VXL), si bien, en el acabado GX son de chapa, mientras que en los acabados VX y VXL son de chapa. Además, todos reciben ahora el control de estabilidad como parte de su dotación de serie (al que Toyota denomina VSC), si bien, parece que lo hacen por una cuestión legislativa más que cortés, ya que a partir de Noviembre de 2014 será obligatorio en todos los coches de la UE que se comercialicen nuevos. No falta tampoco el ABS, además del asistente de frenado y reparto electrónico de la frenada.
Otra de las novedades pasa por la incorporación de un diferencial trasero bloqueable de forma manual en los acabados GX y VX y con el propulsor diésel de 2.5 D-4D 144 CV, dejando por tanto de emplear el diferencial trasero autoblocante y no pudiéndose equipar en ningún Hilux.La activación de dicho bloqueo de diferencial permite una mejora en la tracción en determinados terrenos, y para su activación se requiere que la reductora esté conectada y funcionará únicamente cuando circulemos por debajo de 8 km/h.
Por su parte, las variantes VX y VXL asociadas al propulsor 3.0 D-4D de 171 CV no podrán equiparlo.
Finalmente, la gama de precios se mantiene intacta, no suponiendo un incremento estos cambios de equipamiento, arrancando por tanto en los 25.000 euros.
