Ford quiere seguir exprimiendo el potencial de potencia por litro que ofrecen los motores EcoBoost. ¿Y qué mejor forma de hacerlo que introduciendo dos ediciones especiales en Europa con algunas diferencias estéticas respecto a las variantes convencionales para realzar aún más el protagonismo del propulsor?
Como se puede observar, no cuenta con cambios estéticos muy destacables. En su exterior, tenemos dos opciones, la pintura base de la carrocería de color rojo a contraste con detalles en negro, o a la inversa, la pintura de la carrocería de color negro con contrastes de color rojo. Las llantas de aleación de 16 pulgadas (17 en opción), en cualquier caso, son de color negro.
En su habitáculo existen también algunas diferencias, pero dado que el negro ahí poco llamaría la atención, se ha optado por una tapicería específica en los asientos que parcialmente es de color rojo, realizando un importante contraste con el resto del habitáculo donde predomina el color negro.
Por su parte, el propulsor es el 1.0 EcoBoost de tres cilindros -que recordemos, fue elegido mejor motor del año en 2012 y 2013- y que se ha logrado incrementar su potencia hasta los 140 CV, con un par máximo incrementado en 10 Nm hasta los 180 Nm disponible desde las 1.400 RPM, es decir, cuenta con la misma potencia específica que por ejemplo, un Ferrari 458 Speciale o Bugatti Veyron. Con esta nueva potencia, realiza el 0-100 Km/h en 9 segundos y alcanza una velocidad máxima de 201 km/h, cifras que no son especialmente despuntantes, pero que se compensa con los 4,5l/100 km de consumo medio homologado y unas emisiones de CO2 de 104 g/km.
En estas ediciones, según anuncia Ford, el tacto de la dirección se ha recalibrado, además de contar con unos muelles más duros en los amortiguadores. Así mismo, los desarrollos de la caja se han acortado.
