¿Recuerdas la pareja de prototipos del Nissan IDx? Se trataba de un avance de lo que estaba por llegar dentro de Nissan: un modelo barato de propulsión trasera con motores de cuatro cilindros sobrealimentados, lo más cercano a suceder a la familia Silvia extinta hace más de 10 años y rival directo de los Subaru BRZ y Toyota GT86. Y aunque su diseño con reminiscencias del Skyline KPGC10 fue polémico, en términos generales, la idea de que llegara un coche de estas características al mercado fue muy bien acogida.
La cuestión es que pese a que en su día, aparentemente, recibió luz verde, ahora, tras una declaraciones del vice presidente de Nissan norteamérica (Pierre Loing) a Wards Auto, no parece que dentro de Nissan lo tengan del todo claro. Básicamente, se ha cuestionado la producción en términos de retorno de la inversión, debido a que un vehículo de este tipo (propulsión trasera asequible) y la gran inversión que requiere el desarrollo de una nueva plataforma para finalmente producir sólo 50.000 o 60.000 unidades anuales no saldría rentable.
En 2016 debería llegar al mercado, si sigue adelante el proyecto
Imaginamos que posiblemente les hayan asaltado aún más dudas con el proyecto tas ver que el Toyota GT86/Subaru BRZ/Scion FR-S están pasando con más pena que gloria a nivel comercial por los principales mercados. En el caso de estos modelos, al tratarse de un desarrollo conjunto entre dos marcas, les ha permitido reducir considerablemente los costes de desarrollo a cada una. En el caso de Nissan, sin necesidad de asociarse con otras marcas, teniendo en cuenta que han contado y cuentan con vehículos de propulsión trasera, reciclar la plataforma de alguno de ellos podría ser otra opción para abaratar costes.