Allá por el mes de Abril, en Austria, un Bugatti Veyron sufrió un accidente cuando circulaba en la A2 entre Seebenstein y Grimmenstein tras perder el conductor del coche el control del mismo. Y aunque a priori las imágenes no revelen un daño especialmente grave, lo cierto es que la suma de ellos, tanto estéticos como mecánicos hace una combinación muy costosa.
Dicha unidad optó por no repararse por parte de la compañía aseguradora (Axa), para finalmente salir a subasta tal cual salió del fatídico accidente. Por el momento, dicha subasta cuenta con 50 pujas y va en torno a los 190.000 euros, un precio sin duda muy atractivo para un vehículo cuyo coste nuevo supera ampliamente el millón de euros.
Pero… y entonces, ¿dónde está la trampa? Según la aseguradora Axa, el coste de reparar dicha unidad para devolverla a unas condiciones ópticas oscila en torno a los 600.000-700.000 euros, un precio que aún podría ser más elevado si cabe porque según anuncian, también podría contar con daños en las transmisiones y propulsor. Vamos, que además de encarecerse considerablemente el precio, te arriesgas a que salgan posibles problemas a posteriori derivados de la reparación. Y es que, naturalmente, los recambios de un coche así son tremendamente caros, además de requerir de mano de obra altamente cualificada para poder proceder a su reparación, algo que también ayuda a encarecer su coste.
Esta unidad está fabricada en el año 2008 y cuenta con 31.924 kilómetros en su odómetro. Teniendo en cuenta que podemos encontrar unidades del mismo año, con menos kilómetros por unos 800.000 euros, a nosootros no nos parece en absoluto una buena compra.
