El rodaje de una película donde se usa de forma tan brutal los coches suele tener riesgos… y no siempre para las personas. En esta ocasión Vin Diesel hizo acto de su agresividad y no sólo la manifestó al volante, sino también en el paragolpes del Honda S2000 y de todo el frontal.
El pequeño accidente sucedió en pleno rodaje, y el coche en concreto es propiedad de Ben, que lo relata en su página web. Al parecer, no está muy claro quién pagará los daños del coche, y es que aún no está claro si los daños los tendra que pagar el propio Ben, o la productora del rodaje.
Hasta entonces, nos quedaremos con la moraleja de no prestar nunca nuestro coche ni siquiera para el rodaje de una superproducción.
Vía: Autoblog