No es la primera vez que ocurre algo así, por insólito que parezca: hace 3 años, en el 2011, Mazda tuvo que realizar una llamada a revisión por el mismo problema, y ahora le ocurre lo mismo a Suzuki con el Kizashi, quien ha tenido que llamar a revisión a 19.249 unidades afectadas en Estados Unidos por el problema cuyas fechas de fabricación están comprendidas entre Octubre de 2009 y Julio de 2012.
¿Y cómo es posible, te preguntarás? Pues básicamente, el conducto de ventilación de gases del depósito de gasolina podría llegar a ser taponado por arañas que se dediquen a tejer una tela en dicha manguera. De esta forma, dicha manguera se vería bloqueada, generando de esta forma una presión negativa al impedir la ventilación de dicho conducto, dando como resultado que el depósito pueda llegar a agrietarse y en consecuencia, perder combustible, con los riesgos que ello supone (principalmente, peligro de incendio).
La solución en este caso pasaría por la sustitución de las mangueras por unas de nuevo diseño con un filtro incorporado que impidan que dicho problema pueda darse lugar, y por supuesto, en el caso de vehículos a los que dicho problema ya les ha afectado, reemplazar además de las mangueras el depósito de combustible por uno nuevo (que nos imaginamos que será de la misma referencia, puesto que el problema a priori viene generado únicamente por parte de las mangueras).
Casos como este a veces resultan más reflexivos de lo que a priori parece, para mostrarnos la complejidad existente a la hora de diseñar y fabricar un coche y todos los aspectos que hay que tener en cuenta a fin de evitar llamadas a revisión en el futuro.
