El tiempo pasa muy rápido, mucho más de lo que nos gustaría. Uno de los coches que marcaron nuestra infancia fue el Opel Calibra, un coupé 2+2 de motor delantero transversal realizado sobre la plataforma del Vectra que se presentó al público en el Salón de Fráncfort de 1989 para suceder al Opel Manta -que contaba con una disposición mecánica radiclamente diferente- y fue en 1990 cuando inició su comercialización en España. Su producción se realizaba en la factoría de Finlandia y en la de Rüsselsheim (Alemania).
La gama de propulsores inicial estaba formada por el C20NE, el 2 litros de 8 válvulas y 115 CV muy reconocido por su fiabilidad, el 2 litros de 16 válvulas de 150 CV (C20XE) y posteriormente el C20LET, sobre la base del 2.0 16v sobrealimentado con 204 CV y tracción a las cuatro ruedas. Más tarde llegó el V6 de 2.5 litros y 170 CV, además de reemplazarse el C20XE por un 2.0 16v de 136 CV (X20XEV) para poder superar las nuevas normativas anticontaminación, si bien, este motor no logró estar nunca a la altura del C20XE.
Pero el Opel Calibra era un coche que acaparaba todas las miradas en su época. Un diseño con un coeficiente aerodinámico que aún pocos coches pueden presumir de él hoy en día: 0,26 Cx en algunas versiones. Su línea y ajustado precio eran uno de los atractivos más destacables respecto a sus principales competidores en la época, si bien, tenía otros puntos mejorables, como la dirección, instrumentación, cambio y frenos.
Su comercialización cesó en Agosto del año 1997 tras haber producido un total de 238.647 unidades. A día de hoy, en países como el nuestro muchas unidades se encuentran a precio de derribo, el problema, es que muchas de las unidades llevan un trote encima considerable o están truñeadas, así que resulta difícil hacerse con una unidad en condiciones y de serie a día de hoy.