El Fisker Karma como tal tenido numerosos problemas de todo tipo a lo largo de toda la vida útil que ha tenido en Norteamérica. Ahora con el inversor asiático (aunque también norteamericano) Wanxiang, todo puede cambiar drásticamente… o quizás no tanto.
Desde Wanxiang y a través de medios estadounidenses se ha podido saber que habrá una nueva generación del Fisker Karma, aunque más que un coche totalmente nuevo será una profunda actualización bajo la misma carrocería y aerodinámica. En otras palabras, esperamos grandes cambios mecánicos y en el interior, pero no en la carrocería o la estética general del norteamericano. ¿Por qué?
Ahorro de costes
La empresa asiática corrobora que mantendrán el mismo aspecto exterior, para evitar así nuevas e intensas pruebas de seguridad y diversos tipos de licencias y certificados para la puesta en marcha de la producción. La cadena de montaje, según lo previsto, arrancará en menos de un año y para el otoño del año 2015, el Fisker Karma debería tener la producción totalmente solucionada. La mayor pregunta que nos hacemos es clara, ¿habrá cambios en el sistema eléctrico? ¿Dejará de ser un coche 100% eléctrico? Ahora técnicamente no lo es, ya que no olvidemos que sí cuenta con motor de combustión interna, aunque funciona únicamente como cargador de baterías.
Quizás esta configuración fue uno de los motivos principales por los que el Karma no ha terminado de tener éxito. Otros proyectos eficientes como el BMW i8, ponen sobre la mesa el gran interés en deportivos híbridos aunque por supuesto, con el motor de combustión interna funcionando también como motor de movimiento para el eje trasero del deportivo.