El Salón de París abre sus puertas y con él, los debuts europeos más importantes hasta marzo del año que viene. El Mercedes AMG GT se postula como uno de los lanzamientos que más atención van a acaparar en todo el salón francés, y motivos para ello no faltan. En absoluto.
Bajo un amarillo dorado espectacular, el AMG GT ha sido presentado por Mercedes-Benz y AMG como la gran estrella de la marca alemana, debutando en sociedad con el resto de nuevas apuestas y lanzamientos que la marca comenzará a comercializar de manera inminente. ¿Quién se acuerda ya del SLS AMG?
Mucho camino por recorrer
El Mercedes AMG GT es una tremenda apuesta en un mercado donde la flexibilidad es pieza clave. Cuando las informaciones y rumores comenzaron a circular más de media década atrás, parecía imposible pensar en un sustituto del SLS AMG Gullwing menos potente, pero más efectivo y comercial. Esto ha ocurrido, y es que aunque en AMG nieguen que el AMG GT sea sustituto del nuevo alas de gaviota, indirectamente sí lo es. Y de qué manera.
Bajo una carrocería que incorpora numerosos acabados y piezas en fibra de carbono, Mercedes y AMG apuestan por un V8 Twin Turbo de 4.0 litros que en su forma base otorga 462 caballos y 600 nm de par. El AMG GT S, una versión más potente y radical, parte del mismo motor y transmisión –7 marchas con doble embrague– y envía a las ruedas traseras 510 caballos y 610 nm de par. La aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora se sitúa en 4.0 y 3.8 segundos, respectivamente.
Con estas cifras es fácil imaginar en qué mercado estará situado, compitiendo con el Porsche 911 Carrera S, el Audi R8 de nueva generación… lo interesante vendrá en varios años cuando en AMG decidan tirar de la manta, y presentar el AMG GT Black Series.