El Mercedes AMG GT ha sido un rotundo éxito desde incluso antes de llegar al mercado. La cola que trajo su debut fue importante, y lo que está por venir es aún más interesante y apasionante. Más allá del AMG GT Black Series del que tanto nos gusta hablar, el AMG GT Roadster es otra pieza que podría ser clave en la gama del deportivo alemán, pero que está aún a día de hoy en duda.
¿Por qué? No es ningún secreto que el AMG GT ha cosechado ya mayor éxito que su antecesor no declarado, el SLS AMG Gullwing. La migración a una filosofía más
Canibalización, de una manera u otra
En un primer momento la filosofía de ambos coches es diferente, pero de cara a la galería, el AMG GT está causando tal sensación que va más allá de considerarse un gran deportivo alemán, ya que además también aporta todo el confort y el lujo de un Mercedes-Benz. Es aquí donde un chasis más dinámico y moderno, motorizaciones también más punteras y unos registros sobre el asfalto apasionantes los que marcan el peligro en el horizonte para el SL, al menos en las versiones base V8.
Aunque no hay informaciones recientes en cuanto al desarrollo o las pruebas pertinentes, cabe la posibilidad de que Mercedes acabe decidiendo si el AMG GT Roadster debe llegar al mercado, y si lo hace esclarecer si el SL seguirá tal cual, o podría acabar ofreciendo la guisa del SL 600, con el motor V12 biturbo.