Ya se venían escuchando rumores desde hace algún tiempo, pero finalmente MINI lo ha hecho oficial. Tras anunciar su nueva estrategia comercial radicalmente opuesta a la que venía ejecutando hasta la fecha, donde lanzaba variantes casi sin parangón, ahora han decidido recular para centrarse en una gama de modelos más pequeña, rentable y comercialmente viable.
Y eso, evidentemente, implica la destitución de algunos modelos existentes en la actualidad. Gracias a unas declaraciones de Patrick McKenna, jefe de producto de MINI en Estados Unidos a Autoguide durante el transcurso del Salón de los Ángeles de 2014, se ha dado a conocer que los Coupé y Roadster abandonarán en el mercado el próximo año sin visos a ser reemplazados por una nueva generación construida ya sobre la nueva plataforma.
El motivo de que vayan al paredón te lo puedes imaginar: además de contar con unos diseños muy similares a los MINI convencionales y descapotable (con el enorme sobrecoste respecto a estos últimos y una practicidad muy inferior), las ventas no han sido las esperadas tras los tres años de vida que llevan surcando el mercado (llegarán al cuarto para despedirse).
En cualquier caso, no todo son malas noticias, recordemos que el prototipo Superleggera Roadster que nos enamoró a muchos tiene muchas papaletas de llegar a producción, y aunque continuaría siendo un modelo de nicho muy específico, lo cierto es que no seremos nosotros a quienes nos parezca mal el cambio de estos dos modelos por el anteriormente citado.
