El nuevo BMW Serie 7 aún está a poco menos de un año de llegar al mercado europeo, una fecha quizás no tan lejana entendiendo de antemano que por ejemplo, esto implicaría un debut en el Salón del Automóvil de Ginebra, para el cual faltan poco más de tres mes.
Con las fotos espía e informaciones que han ido llegando hasta la fecha, este fin de semana completamos un poco más el historial del buque insignia alemán con datos como que por ejemplo, la reducción de peso será superior a los 150 kilos, llegando hasta 170 como máximo. Esta franja de pérdida de peso es una primera demostración del salto en calidades que dará el cuatro puertas bávaro.
Híbrido sí, y un V12 también
Que el diseño estará inspirado en modelos como el presente Serie 3, es un hecho. aunque la renovación parcial de éste último ya esté en camino, el tipo de faros, los riñones frontales y en general las líneas maestras también estarán en el Serie 7, algo que ya ha generado una cierta crítica por un diseño que para muchos, ya está incluso desfasado. Hasta que lo veamos debutar sin ningún tipo de camuflaje, las expectativas continúan por las nubes.
El uso de materiales ligeros como plástico reforzado, aluminio, magnesio y fibra de carbono marcan las pautas para esta abrupta pérdida de peso. Cambios en el esquema de frenado y suspensión, bajo el capó encontraremos nuevos motores y los existentes que se queden recibirán modificaciones acorde a las necesidades actuales de los clientes y mercados. Habrá al menos un Serie 7 híbrido, varias motorizaciones gasolina y diésel, un bloque V12 derivado del que porta el Rolls-Royce Ghost y la variante eléctrica sin embargo, queda muy lejos. BMW apostará más por el híbrido.
Vía: Autozeitung