Ya está aquí, y de qué manera. General Motors anuncia por navidad la nueva generación del Cadillac CTS-V, que cambia y mucho respecto al ya anterior modelo y podría ser una de las berlinas de alto rendimiento del segmento E más rápidas del mundo.
Las informaciones que hasta la fecha teníamos han acabado por ser ciertas, y es que la expectación ya por entonces era máxima. Cadillac instala el mismo bloque motor V8 de 6.2 litros procedente del Corvette C7 Stingray, desarrollando en este caso una potencia máxima de 640 caballos a las ruedas traseras, sólo 10 menos que el ‘Vette.
0 a 100 kilómetros por hora en menos de 3.8 segundos
El motor del Corvette supone un gran avance en el caso del nuevo CTS-V, ya que es un salto cualitativo impresionante respecto al anterior ocho cilindros. Con un motor desarrollado utilizando materiales ligeros y unas prestaciones que se pueden mover muy por encima de la potencia que estamos viendo por ahora, este V8 abre el camino a unas prestaciones que no dejan indiferente a nadie. Un 0 a 98 kilómetros por hora en 3.7 segundos y una velocidad punta de 322 km/h lo confirman. Cifras que comparadas por ejemplo con el actual Mercedes E 63 AMG, son muy superiores. En el caso del alemán, 0 a 100 en 4.2 segundos y velocidad máxima limitada en 250 km/h.
Cadillac instala cambios importantes en el chasis como un esquema de suspensión nuevo, con una altura sobre el suelo reducida y mayor dureza. También se instalan varias barras de torretas en ambos ejes, y frenos perforados de alto rendimiento junto con aspectos mejorados como un diferencial autoblocante. Cadillac también anuncia que más adelante se ofrecerá un kit de fibra de carbono que cambiará varias partes de la carrocería y reducirá el peso neto en conjunto para otorgar mayores prestaciones.
En vivo y en directo lo descubriremos en el Salón del Automóvil de Detroit, en sólo unas semanas. La gran apuesta de Cadillac que aterrizará en los concesionarios norteamericanos en verano, y más o menos el mismo tiempo tardaremos en verlo en Europa.