Aunque por el momento desconocemos la fecha de llegada al mercado -aún se tiene que trabajar mucho en materia legislativa-, Google continúa apostando fuerte por el desarrollo de su coche autónomo, tal y como nos demuestra con la notica publicada hoy, donde ha dado a conocer un aspecto prácticamente definitivo, evolucionado respecto a la última vez que nos lo mostró, y que dicho sea de paso, no pasó inadvertido ante su peculiar aspecto.
Los cambios introducidos para esta ocasión están enfocados más de cara a poder legalizarlo para su circulación en entorno urbano, como unos pilotos e intermitentes funcionales, nuevas llantas de aleación, retrovisores de mayor tamaño, además de recibir también un volante y pedales para poder controlarlo en determinadas ocasiones. De acuerdo, si en algo coincidiremos es que sigue siendo feo y anodino como él solo.
Otra de las grandes novedades es que comenzará sus primeros tests en California dentro de unos meses en carreteras al tráfico abierto, poniendo así a prueba toda su tecnología y a su vez, poder perfeccionarla antes de que se comercialicen en el mercado.
La cuestión que nos asalta es… ¿logrará Google dar el campanazo antes que los principales fabricantes de coches? El principal bastión de pelea en este caso sería el precio y la IA (inteligencia artificial), y es donde Google podría ser realmente competitivo más que en otros aspectos donde la experiencia e I+D de otros fabricantes en este campo está por encima de ellos.