El Mercedes AMG GT está comenzando a enfilar camino libre ahora que la producción está a pleno pulmón y ya se puede ver en las calles, un adelanto de un coche de altos vuelos y de pleno espíritu deportivo que ha necesitado mucho menos que su supuesto predecesor -SLS AMG Gullwing- para conseguir mucho más. Hoy, la marca alemana vuelve a dar una vuelta de tuerca en cuanto a la publicidad, y ahora sí que hay para largo.
Mercedes afirma con este vídeo que la llegada del Mercedes AMG GT supone el adiós definitivo al Porsche 911 como el rey de los deportivos, algo que desde luego ha levantado ampollas y no ha gustado a todos, aunque no deje de ser publicidad, por supuesto. Pero esto abre un debate interesante y es que una vez más, una marca pone como ejemplo al Porsche 911 de toda la vida. El legendario, el icono que continúa siendo el benchmark (ejemplo a seguir) perfecto con el que competir. ¿Quién ganará? Porque no olvidemos que tras de sí el 911 hay más de medio siglo de historia, y con un cambio brutal en el horizonte que pasará por la turboalimentación, es hora de comparar ambos proyectos y ver si de verdad, y de una vez por todas, la marca de la estrella tiene un rival capaz de estar a la altura.
El Mercedes AMG GT tendrá que dar mucho de sí
Posicionado como un coupé deportivo no tan imposible de alcanzar como sí lo fueron el SLS AMG Gullwing y el SLR McLaren, el AMG GT está disponible en dos motorizaciones diferentes, ambos con el mismo bloque motor, un V8 Twin Turbo de 4.0 litros que es la estrella más absoluta de AMG Performance. El AMG GT base desarrolla 462 caballos de potencia, 600 nm de par y acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 4 segundos exactos. La variante más potente, el AMG GT S, cuenta con 510 caballos, 650 nm de par y consigue alcanzar los 100 km/h desde parado en 3.8 segundos. Ambos tienen un consumo mixto muy similar, 9.3 y 9.4 litros por 100 kilómetros recorridos, una cifra que es plato de buen gusto para muchos.
La pregunta más clara y directa que yo me hago, es si realmente esta gama es suficiente para competir con el 911 en toda su expansión… está más claro que no. En búsqueda del 911 turboalimentado que debutará en plena vida útil del AMG GT, tendremos que ver al menos dos variantes de mayor potencia y quizás las dos tengan que llevar el sello Black Series, porque alcanzar al que será el sucesor del 911 Turbo y mucho más allá del 911 GT2 y su variante GT2 RS, será como hacer malabares con pelotas cuadradas. Algo tedioso.
Pero queda mucho camino por recorrer
Seamos sinceros, el objetivo del Mercedes AMG GT dista mucho de lo que Porsche consigue con el 911. No habrá tantas variantes ni tantas opciones disponibles, poco probable es que cuente con varias variantes orientadas a circuito y de extremo rendimiento (911 GT3, GT3 RS, GT3 RS 4.0, GT2 RS… y podríamos seguir), no obstante sí que será un rival complicado para el 911 donde más duele, que es en las versiones de mayor igualdad en rendimiento y ventas y en impacto global en las carreteras. De momento, ya sabemos que hay una variante descapotable en camino, y que el AMG GT Black Series rozará o superará los 600 caballos de potencia con un peso mucho menor y una clara orientación a su uso en trackdays.