El Audi R8 de segunda generación está a la vuelta de la esquina. Es tanto lo que me palpita el corazón que al menos en mi caso sólo cuento las horas y los segundos que faltan para que Audi presente el que será el bistec de la marca alemana en todo lo que resta de década. Poniéndonos serios, es cierto que el Audi R8 que veremos aterrizar en el Salón de Ginebra en sólo unas semanas lo hará cumpliendo sobradamente las expectativas de todos y cada uno de nosotros, es algo que ya damos por hecho. Pero lo que también es cierto es que de momento, el R8 que debutará en el salón suizo será la versión tope de gama, algo que no voy a decir que nos dejará con la miel en los labios, pero que sí nos dejará con ganas de mas.
¿Por qué? Como ya os conté cuando Audi publicó este primer téaser oficial, el R8 V10 será el que debutará inicialmente en Suiza y lo hará eso sí, junto con el todopoderoso R8 e-tron, que sí es una novedad brutal teniendo en cuenta que por fin estaremos en presencia del R8 e-tron de producción, el exótico eléctrico de Audi que como muy tarde el próximo otoño ya estará en los concesionarios más importantes de Audi tanto en Europa, como en Norteamérica. Pero centrándonos en el R8 de combustión interna, la mayor atención recae en la versión base de acceso a la gama, que no estará en Ginebra. Con el comienzo de la semana el responsable técnico del R8, Roland Schala, ha arrojado un poco de luz sobre el tema… y lo que nos deja intuir es fantástico.
El V6 turboalimentado sustituirá el V8 atmosférico
Roland Schala ha afirmado a los chicos de Top Gear en el Reino Unido que un bloque motor V6 sería fantástico para estar en el R8 de acceso a la gama. El V6 más explosivo e idóneo que los de Ingolstadt tienen ahora mismo en la cartera es el 3.0 litros TFSI V6 que porta el S4 entre otros, desarrollando 333 caballos y fácilmente potenciable para alcanzar una cifra que podría estar por encima de los 400 caballos. Con esta cifra, y ateniéndonos al comentario de Roland que argumenta que el R8 es un coche muy, muy flexible, una motorización así no sólo sustituirá al V8 atmosférico con todas las letras, sino que además deja hueco para cubrir una versión más entre éste, y el R8 V10. ¿Quién no está pensando ahora en un R8 V8 4.0 litros con 500 caballos? El R8 V10 se acercará peligrosamente a los 600 cv, y esto pone sobre la mesa un rango de potencias alucinante y muy versátil.
Con el tiempo, la gama del Audi R8 se completará de tal manera que seguirá los pasos que permite al Porsche 911 ser uno de los deportivos más versátiles disponibles en el mercado, y con diferencia. Pensando en el V6 de acceso a la gama, el V8 y el V10 junto con el e-tron, sólo me queda pensar en las variantes de alto rendimiento que el propio Roland ha dejado sonar en el ambiente, entre las que suenan un R8 Superleggera o un Clubsport. Claro que, con prácticamente una década de vida útil por delante y la portentosa expectación del R8 e-tron (último prototipo, en pantalla), estamos sólo ante el comienzo de la vida del mejor deportivo que Audi pondrá en el asfalto.