Estamos acostumbrados a ver como la mayoría de coches a partir de ciertos segmentos y categorías obtienen cinco estrellas Euro NCAP. Pero para no caer en una espiral de estancamiento, cada año el organismo refuerza sus pruebas para que sea cada vez más difícil lograr la máxima puntuación. Algo así es lo que le ha sucedido a la tercera generación del TT que llegó a finales del año pasado. Esta nueva generación se ha tenido que someter a la normativa 2015 de EuroNCAP que se ha endurecido respecto a la del año anterior, y debido a esto no ha logrado las preciadas cinco estrellas.
El organismo ha introducido nuevas pruebas de impacto, como una de un impacto frontal contra una barrera, y en dichos crash test, los dummies simulan a una mujer pequeña como conductora y a una pasajera en los asientos traseros. Las pruebas de impacto se han realizado con un TT 2.0 TFSI acabado Sport de tracción delantera y volante a la derecha.
¿Por qué sólo cuatro estrellas?
Pero analicemos la cuestión un poco más en profundidad, ¿por qué ha sacado cuatro estrellas y no cinco? Según el organismo, se debe a la falta de algunas de las últimas tecnologías en materia de seguridad, necesarias para obtener la máxima puntuación, tales como el freno de emergencia autónomo. Tecnología, que añaden, se encuentra disponible en otros modelos de la marca. Así que no sería de extrañar que en un futuro Model Year del modelo añadieran esta tecnología para alcanzar dicha puntuación, ya que según aseguran, con esta tecnología perfectamente podría lograr las cinco estrellas.
Por secciones, el nuevo TT ha logrado un 81% de puntuación en protección para adultos, 68% en protección para niños, 82% en protección a peatones y finalmente un 64% en sistemas de asistencia de seguridad.
