Audi ha confirmado de la mano de Heinz Hollerweger, número uno de la división quattro, que no veremos un bloque motor de ocho cilindros en el Audi R8 de segunda generación. La marca alemana descarta por completo la vuelta a un bloque motor de similares características en el exótico por excelencia de la firma alemana. ¿La razón principal? Más allá de que el V10 sea más potente y más rápido, desde Audi lo dejan bien claro: tan baja era la demanda y pedidos del R8 V8, que no le ven sentido a que tenga una segunda generación. Pero… ¿hay algo más?
Es interesante recalcar que cuando Audi debutó el R8 en su forma original lo hizo con el bloque motor V8 FSI de 4.2 litros que no dejó en ningún momento de ser un motor optimizado y preparado derivado del que portaba el RS4 de la época. Un motor desfasado para muchos -por entonces no tanto- que en sólo unos años acabó por estar totalmente desbancado por el V10 de 5.2 litros que podíamos encontrar también en Lamborghini. Viendo las diferencias, ¿quién iba a escoger un V8 atmosférico y de la vieja escuela y vieja tecnología frente a un diez cilindros con el sello de Lamborghini? Aún así, Audi lo tiene claro: hay más posibilidades de ver un V6, antes que un V8.
Misma potencia, menos consumo
No podemos negar que estamos en una situación donde es primordial mirar tanto la potencia y la mecánica ofrecida como los consumos de carburante y las emisiones contaminantes. El Audi R8 que ha debutado en el Salón de Ginebra lo ha hecho en la guisa estándar, que por ahora porta una versión mejorada y optimizada del V10 de 5.2 litros, desarrollando en esta ocasión 540 caballos en la versión base y 610 caballos en la variante V10 Plus, que se dice pronto. Es un margen de potencia muy amplio que desde luego deja entrever que los chicos de Ingolstadt lanzarán con el tiempo una versión de menor potencia y que sirva como acceso a la marca, reduciendo el precio base actual de acceso al R8, más de 190 mil euros en España.
Es aquí donde entre un propulsor de seis cilindros, turboalimentado y que no sólo equipare las cifras registradas por el R8 V8 anterior sino que las supere y consiga una potencia cercana a los 500 caballos con unos consumos mucho más reducidos. Pensando en el 3.0 litros TFSI V6 turboalimentado de Audi, una potencia superior a los 400 caballos y la introducción de un sistema híbrido que parta de al menos un motor eléctrico para en conjunto alcanzar una cifra mucho más alta, podría encajar en los planes de Audi. Porque con el R8 V10 excediendo y de sobra la demanda inicial que los de Ingolstadt tenían en mente para este modelo, hay hueco, espacio y tiempo para concebir un modelo de acceso a la gama más equitativo, tecnológico, y por supuesto que ayude a reducir las emisiones y el consumo de carburante de toda la gama. No suena mal, ¿no crees?