Parece que las cosas están cambiando al otro lado del charco. Ford ha notado en sus carnes que la demanda de grandes camionetas y todoterrenos está bajando ante la crecida del precio del petróleo, y por tanto, de los combustibles, que está llegando incluso a poner en alerta al país «bebedor» de gasolina por excelencia: Estados Unidos. Parece que la filosofía americana de grandes cilindradas, coches-castillo de poca aerodinámica, sin conciencia ecológica y que digan «ey, aquí estoy» (esto ha sonado a película, ¿no?) está llegando a su fin, motivo por el cual las marcas se están poniendo en alerta.
Por ese motivo, Ford ha decidido vender sus «sencillos» modelos europeos allí a corto-medio plazo, coches más racionales, ecológicos y con consumos más contenidos, comenzando por el Focus y el Fiesta, que se venderán en 2010. Al mismo tiempo, se ha postpuesto un par de meses (en principio) el lanzamiento del famoso (y enorme) pickup F-150, por los motivos anteriormente citados.
Via: Autoblog.com (en inglés)
