Tanto en productos tecnológicos como en automoción, conforme menos tiempo ha transcurrido desde su lanzamiento al mercado, más posibilidades hay de que tengamos que ser llamados a revisión por fallos -generalmente de poca importancia- que no han sido detectados durante el proceso de desarrollo y posterior testeo.
Hoy le toca el turno a la nueva generación del Volvo XC90 -uno de los modelos más ambiciosos de Volvo durante estos últimos años-, y es que, la firma sueca ha anunciado una llamada a revisión de 200 unidades comercializadas tanto en la Unión Europea (y en este caso, la mayoría de afectados están en Suecia) como en Estados Unidos y es un problema relacionado con la seguridad del vehículo.
Concretamente, el cableado de los asientos delanteros no cuenta con el aislamiento correcto, por lo que en algunos casos podría dañarse, dando lugar a que se encienda el testigo de avería del airbag en el cuadro de mandos. Es decir, que en caso de darse las variables para que se dañe el cableado, el propietario en todo momento sabrá si se ha dañado o no, gracias al testigo.
En cualquier caso, Volvo, para calmar a los clientes y futuros clientes, ha comunicado que no se han registrado casos, y que en cualquier caso, este problema no implique que el airbag deje de abrirse en caso de impacto.