La especial predilección que tienen muchos preparadores por el Mercedes Clase G pese a su veteranía no es baladí. Es un modelo que en sus versiones más deportivas (AMG) se continúa vendiendo razonablemente bien en países de Oriente Medio, y naturalmente, es una oportunidad de negocio que no conviene dejar pasar.
ISMA es el último en subirse al carro y lo hace con una mochila cargada de cosas, pensado para ser aplicado sobre la base del último y reciente lavado de cara del modelo.
Kit de carrocería con muchos cambios
El kit de carrocería incorpora muchos cambios, como carcasas de los retrovisores, capó, calandra delantera realizada en fibra de carbono, pasos de rueda esnanchados para dar paso a las llantas de 22 pulgadas forjadas con neumáticos 305/40, además de incorporar unos nuevos amortiguadores que reducen la altura del conjunto y mejoran el comportamiento del coche.
El interior no se queda en el olvido
Para el interior, se apuesta porque los asientos ganen mayor comodidad al eliminar la banqueta y en su lugar instalar asientos individuales, instalando entre ellos una nueva consola central desde la que se permite controlar algunas de las funciones relacionadas con el sistema multimedia. La tapicería de cuero bitono es también específica.
730 CV de potencia
El motor aumenta su potencia hasta los 730 CV con un par máximo de 1.035 Nm, extraídos de su V8 de 5.5 litros, gracias a la instalación de un nuevo sistema de escape con downpipes menos restrictivas y catalizadores de alto flujo, ECU optimizada, además de mejoras en el sistema de refrigeración. ¿El resultado de todo esto? 0-100 km/h en 5,4 segundos,aunque desconocemos el resto de cifras, pero en cualquier caso, no está nada mal si tenemos en cuenta los 2.550 kg que tiene que mover.