Cuando probamos el Audi SQ5 de 313 CV, lo que más nos gustó es la forma de entregar la potencia y de moverse pese a sus cerca de dos toneladas y elevado centro de gravedad. Ahora, aprovechando su reciente lavado de cara, Audi ha aprovechado para apretarle las tuercas lanzando una versión aún más potente si cabe, el SQ5 3.0 TDI tiptronic Competition.
La base mecánica es ya conocida, el V6 3.0 TDI de 313 CV y cambio tiptronic pero con la potencia aumentada hasta los 326 CV con u par máximo de 650 Nm entre las 1.450 y 2.800 RPM. Las prestaciones, como resultado, mejoran ligeramente, necesitando de 5,1 segundos (una décima menos) para alcanzar los 100 km/h y una velocidad máxima que se mantiene invariable debido a su limitación electrónica: 250 km/h. El consumo, eso sí, continúa siendo el mismo: 6,6l/100 km.
Sobre el equipamiento de serie del SQ5 TDI que ya cuenta con faros de xenón plus, volante cuero multifunción, sensores de lluvia y luz, pantalla TFT en color de 7 pulgadas, climatizador de confort, asientos deportivos, tren de rodaje deportivo con la altura rebajada en 30mm, se añaden elementos como llantas de aleación de 20 pulgadas con neumáticos 255/45, barras de techo acabadas en negro, cristales traseros oscurecidos y paquete de estilo en color negro Audi Exclusive.
Su precio arranca en los 74.790 euros, es decir, 4.460 euros más. ¿Realmente merece la pena esa diferencia de precio para unos cambios tan sutiles? a nuestro juicio, no.