El Bugatti Chiron es un proyecto que dejó de ser hace mucho tiempo un sueño para convertirse en una realidad que dentro de muy poco, conoceremos tal y como los chicos de la marca franco-italiana exactamente quieren. Porque el Chiron se convierte en la realidad de la búsqueda de un sucesor del Veyron, y tras prácticamente una década de vida útil con muchas ediciones limitadas y varias variantes de muy alto rendimiento, es hora de dar un paso más allá y concebir un nuevo súperexótico. Un coche que consiga sorprendernos tanto como lo hizo el Veyron a mediados de la pasada década, y que lo conseguirá sin demasiados problemas.
Hasta ahora hemos descubierto escasos detalles en torno al Chiron, lo hemos visto con carrocería definitiva y también hemos leído aspectos interesantes como por ejemplo, la incorporación de dos turbocompresores eléctricos que sustituyan a dos de los turbos tradicionales del Veyron, y conseguir así un esquema de dos turbos convencionales y dos e-turbo. Esto deja de ser un caso hipotético para ser pura y dura realidad, con todos los beneficios y prestaciones que conlleva. Porque la eliminación del lag casi por completo y una reducción tan drástica del consumo de carburante, supondrá un auge de prestaciones y capacidades dinámicas como nunca antes visto.
Una drástica pérdida de peso
Bugatti ha confirmado que más del 90% de los componentes del Chiron serán totalmente nuevos y sólo aproximadamente el 10% se tomarán del Veyron, casi todos los componentes que se mantendrán serán piezas clave del bloque motor, que seguirá siendo un W16 con 8.0 litros de cilindrada. Bugatti tratará compensar lo máximo posible el alto peso y dimensiones de este motor con un chasis mucho más avanzado que además de partir de poseer una rigidez torsional mayor, se utilizarán muchos más componentes constituidos en materiales ligeros como fibra de carbono o aluminio.
Combinando estas mejoras del chasis y peso neto del franco-italiano, la potencia neta que se enviarán a las cuatro ruedas motrices será ligeramente superior a los 1.500 caballos. Para dominar tal cantidad de potencia, el Chiron distribuirá la potencia a las cuatro ruedas de manera independiente y modificando los porcentajes dependiendo de las necesidades dinámicas y del asfalto. Con este dato en mano, por ejemplo, sería posible distribuir la potencia entre el eje delantero y trasero y también alterando los porcentajes en el mismo eje. ¿Qué te parece?
Prestaciones sobrenaturales
Hablar de una aceleración de 0 a 100 kilómetros por hora en 2.2 segundos como máximo no es descabellado, en absoluto. A esto le sumamos una velocidad punta superior a los 460 km/h y unas cifras y tiempos en circuito que mejorarán enormemente frente al Veyron SuperSport. Un competidor puro y duro que pondrá contra las cuerdas a los actuales números uno uno del mercado, como el Ferrari LaFerrari, el Porsche 918 Spyder o el McLaren P1.
Mirando hacia adelante, aún no hay fecha para la presentación y puesta en escena del Bugatti Chiron. Aún quedan muchos puntos por resolver y no está previsto que Bugatti lo presente hasta mínimo, principios del próximo año.