Que el sucesor del Bugatti Veyron está en marcha no es ningún secreto, y que tanto Bugatti como Volkswagen lo tienen ya en la fase final de desarrollo, sí es un secreto… pero a voces. Y es que el «nuevo» Veyron será toda una caja de sorpresas y destacará por contar con portentosos avances tecnológicos, de los cuales ya te hemos hablado en anteriores ocasiones, y que supondrán un añadido importantísimo de potencia y mejoras prestacionales que no podremos pasar por alto, y que ayudarán a catapultar la potencia del superexótico franco-italiano hasta más de 1.500 caballos.
Para conseguir esta cifra ya os confirmé que Bugatti sustituirá dos de los cuatro turbocompresores por «e-turbos«, es decir, turbocompresores eléctricos que funcionarán de manera conjunta con los turbos convencionales y de esta manera, no sólo elevar la potencia y las capacidades dinámicas sino también suprimir casi por completo el «lag» (retardo del turbo) y permitir que los 1.500 caballos sean una auténtica pesadilla para los actuales números uno, entre los que destacan el Porsche 918 Spyder o el LaFerrari. Hoy, Volkswagen no sólo confirma la veracidad de estos rumores, sino que además añade que el nuevo Veyron será híbrido. Tal y como lo lees.
La clave para conseguir unos consumos equilibrados
Está claro que los más de cuarenta litros de consumo urbano fijados por el Veyron 16.4 no son un alarde de eficiencia, y es este uno de los principales problemas con los que la marca francoitaliana ha tenido y continua lidiando con el desarrollo del superexótico europeo. La introducción de dos turbos eléctricos y un sistema híbrido compuesto por un kit de baterías permitirá unas capacidades dinámicas brutales que justificarán la potencia neta, a la par que reducirán drásticamente las emisiones contaminantes y el consumo del W16 de 8.0 litros. Pero no nos engañemos, porque Bugatti buscará las máximas prestaciones, por encima del consumo.
Velocidad máxima superior a los 450 kilómetros por hora
El 0 a 100 km/h del nuevo Veyron será inferior a los 2.3 segundos, frente a los 2.46 del Veyron Super Sport. Si bien en el 0 a 100 no habrá grandes diferencias -quizás cuestión de física- sí veremos unas diferencias palpables en la velocidad máxima, ya que frente a los 415 km/h de velocidad punta fijada electrónicamente en el Veyron más potente, en el nuevo modelo esta cifra volará hasta los 450 km/h, también limitado por ordenador con todo lo que esto significa. Si el Super Sport alcanzó en circuito los 431 km/h, ¿hasta dónde llegará el nuevo modelo? ¿Se acercará quizás demasiado a los 500 km/h? Es muy plausible, y también posible.
Bugatti optimizará el peso y lo presentará muy pronto
Hasta la fecha, el Bugatti Chiron (nombre sin confirmar) es una caja de sorpresas sin abrir y abre la puerta a una reducción de peso hasta aproximadamente los 1.650 kilos, frente a los poco más de 1.800 que otorga el Veyron SS. Un conjunto explosivo de mejoras que se desvelará durante este año y llegará a las calles a lo largo de 2016.