Llevamos mucho tiempo con el tira y afloja respecto a la producción del MINI Superleggera presentado como prototipo en el Concorso d??Eleganza Villa d??Este de Italia en el año 2014. El éxito e interés suscitado entre los clientes más fieles de la marca ante una hipotética llegada a las cadenas de producción fue bastante notable, algo que hizo que desde los cuarteles generales de la marca se plantearan muy seriamente su producción.
Según Autocar citando a unas declaraciones del jefe de MINI, Peter Schwarzenbauer, el MINI Superleggera habría recibido luz verde y estaría dispuesto a llegar al mercado a finales de la presente década, más concretamente, en el año 2019. En su punto de mira, dos modelos principalmente: el Mazda MX-5 y su hermano de ADN, el Fiat 124 que estaría por llegar (recordemos que la base se ha realizado por una colaboración entre Mazda y FCA).
El nuevo roadster de MINI emplearía la plataforma UKL empleada ya por algunos modelos de BMW, así como el MINI hatchback. Y aunque esta plataforma cuenta con algunas ventajas, también cuenta con una importante desventaja que se plasmará sobre el modelo de producción: será de tracción delantera. Si bien, no se descartan variantes de tracción total para las versiones más potentes.
En cualquier caso, esto desvirtúa por completo el concepto de roadster que pueda tener dicho modelo, acercándolo más al de ‘descapotable de dos plazas molón’ que al de un roadster de configuración clásica al uso.
La gama de motores la heredaría directamente de los MINI actuales, con opciones que van desde los 1.5 a los 2 litros, incluida una opción con el 2 litros de cuatro cilindros con una potencia de 230 CV par ala versión JCW más potente. Tampoco se descarta una variante híbrida, dado en 2017 irrumpirá en escena el primer MINI híbrido con la base del Countryman.