Posiblemente nunca te lo hayas preguntado, pero si ya de por sí resulta impresionante ver a un coche de drag en vídeo -muchos de ellos con preparaciones bestiales-, imagínate verlo en vivo o a través de unas cámaras térmicas donde se pueden apreciar mucho mejor sus fuentes de calor como hoy te mostramos.
La filmación resultante realizada en el mítico circuito de drag de Santa Pod (Reino Unido) poco o nada tiene que ver con la de un coche de serie, naturalmente. Motores ampliamente modificados, chasis con modificaciones considerables, sistemas de escapes mucho menos restrictivos, neumáticos específicos para drag en el eje encargado de digerir la tracción… son muchas las diferencias más loables.
Tratándose de coches de drag, podemos ver una distribución de los colores muy curiosa. Empezando por los neumáticos, que cuando derrapan inicialmente mediante un burnout para lograr una temperatura óptima de cara a la salida, dejan también una estela de calor sobre el asfalto. Otro lugar muy caliente, naturalmente, es el vano motor, y en especial en los motores sobrealimentados, donde se concentra la mayor parte de la fuente de calor en el turbo de grandes dimensiones y en los colectores de escape.
Obviamente, tampoco podemos pasar por alto los escapes, que no en todos los coches van montados en la zaga del vehículo, sino que van montados lateralmente, resultando aún más espectacular si cabe cuando expulsan fuego a través de ellos (fruto de llevar una mezcla de aire/gasolina muy rica y no haber podido quemar dicho carburante en el ciclo de combustión).
