Aunque los grandes grupos automovilísticos tienen mucho margen de maniobra incluso cuando toman decisiones erróneas en forma de adquisicones y modelos ruinosos, no ocurre así con marcas de dimensiones mucho más reducidas, donde una mala decisión puede a la marca en la cuerda floja.
Concretamente, hablamos del caso de Spyker, que fue declarada en bancarrota a finales del pasado año por un tribunal, debido a varios factores, como el intento de compra de Saab (junto con el fracaso que vino después), pero también influyó mucho los elevados costes de producción de sus vehículos y las reducidas ventas de los mismos.
Pero como el ave fénix que resurge de sus cenizas, Spyker ha anunciado la vuelta al ruedo y ha anunciado que planean fusionarse con Volta Volare, un fabricante de aviones eléctricos ubicado en Oregon (Estados Unidos). El objetivo de esta fusión es que puedan producir coches eléctricos de alta gama así como aviones privados. Victor muller, que continúa siendo el CEO de Spyker se muestra optimista respecto al futuro de la misma y la fusión en la que se están viendo inmersos, haciendo referencia también a los 15 años de existencia de la compañía.
Por otra parte, antes de oficializarse la bancarrota, Spyker se encontraba trabajando en dos modelos denominados D8 Paris-to-Peking y B6 Venator, este último un coupé destinado a rivalizar con el Porsche 911. Pues bien, pese al anuncio tan importante de vuelta a la vida por estar libres de deudas, no sabemos nada acerca de la reanudación en el desarrollo de ambos modelos.
A juzgar por el tipo de compañía con el que se han fusionado, parece claro que su futuro se encamina a rivalizar con marcas como Tesla con una gama de coches eléctricos. El tiempo nos irá desvelando los planes que tienen bajo la chistera.