Una pregunta que muchas veces te habrás realizado, ¿qué es la seguridad activa y la pasiva en un coche? ¿cuáles son sus diferencias? Tanto gobiernos como consumidores han ido cada vez demandando un mayor grado de exigencia en dos campos muy importantes en un coche actual: la seguridad activa y pasiva. Términos que seguramente hayas leído decenas de veces, pero que es posible que nunca hayas sabido delimitar de forma clara las diferencias existentes entre ambos.
¿Qué es la seguridad activa?
La seguridad activa en el vehículo se refiere a elementos mecánicos que nos permiten mantener el control del mismo, aumentando la eficacia y estabilidad, teniendo como objetivo evitar accidentes.
Serían, por tanto, elementos como los frenos (un sistema de frenos en buen estado: pinzas, pastillas, latiguillos y discos nos asegurará una correcta respuesta ante nuestras demandas de detención, si mejoramos también algunos de los elementos anteriormente citados, acortaremos las distancias de frenada). La suspensión es la encargada de absorber las irregularidades del firme y van conectadas en cada eje a través de las barras estabilizadoras, por tanto, es importante tener también en buen estado los amortiguadores.
Los sistemas de iluminación son también fundamentales y estos últimos años han experimentado grandes avances (xenón, full LED, etc), indispensables para ver y ser vistos por otros usuarios de la vía.
Mención especial requieren también los controles electrónicos, empezando por el control de estabilidad (ESP), pero al que también se le han sumado otros tantos estos últimos años como pueden ser los avisadores de cambio de carril involuntario.
¿Qué es la seguridad pasiva?
La seguridad pasiva se refiere a todos aquellos elementos presentes en un vehículo que permiten mitigar al máximo posible los daños cuando la colisión es inminente.
Por tanto, hacemos referencia a elementos tan importantes hoy en día como el chasis y la carrocería (con las zonas programadas de absorción y deformación controlada), los cinturones de seguridad para evitar que salgamos despedidos o nuestra cabeza pueda impactar contra algún elemento, airbags (actualmente podemos encontrar airbags laterales, de cortina, de rodilla, frontales, etc), sistemas de retención infantil, hasta incluso los acolchamientos interiores del habitáculo o los reposacabezas para evitar el latigazo cervical.