Benjamin Sloss, un ejecutivo de Google, no es una persona de la que precisamente podamos decir que le falte dinero. Ya en 2012 se compró un señor Ferrari 599XX Evo de color amarillo en una subasta benéfica para los afectados por el terremoto Emilia de 2012 por la nada desdeñable cifra de 1,5 millones de euros, y ahora, es de nuevo protagonista con una nueva adquisición de un superdeportivo italiano, pero en esta ocasión, la adquisición no es para él: es para su peosa. Sí, como lo lees.
Benjamin también cuenta en su colección con otros modelos tan deseados por todos nosotros como el McLaren 650S Spider, el McLaren P1, Ferrari 458 Speciale o incluso un Ferrari LaFerrari.
Pero también muy curiosa fue la entrega del regalo a su esposa. Teóricamente, iban a viajar al circuito de Fiorano de Ferrari para probar el 599XX de él, pero una vez llegados, la esposa de Benjamin se encontró la sorpresa que le había preparado: un espectacular Ferrari FXX K, un aunténtico misil de circuito con más de 1000 CV entregados a través de su V12 de 6.3 litros asociado a un motor eléctrico. Una explosión de sensaciones y prestaciones. Además, es un coche muy exclusivo, puesto que sólo se han fabricado 30 unidades y cada una cuesta más de 2.5 millones de euros.
Christine, su mujer, no tardó en enfundarse el mono y subirse corriendo a su anhelado regalo para poder poner a prueba sus capacidades en pista. El resultado no puede ser más espectacular: logró rodar en 1:20 con un pasajero a bordo, mientras que el récord dle circuito con el LaFerrari es de 1:19.70 con el piloto oficial de la marca Raffaele De Simona. A continuación puedes ver uno de los vídeos de su rodada en la pista (aunque su marido también le grababa desde fuera con su smartphone):