Durante estos últimos años los rumores e idas y venidas en torno al deportivo de calle de Red Bull Racing han estado a la orden del día. Unos rumores que más tarde o más temprano estaban condenados a transformarse en realidad, y parece que poco a poco así está siendo. Y es que Adrian Newey, número uno de la escudería, planea comercializar el primer Red Bull de calle antes de que finalice la década, y será muy diferente a lo que teníamos en mente hasta ahora, pero también muy interesante.
Y es que Red Bull no desarrollará finalmente el deportivo en conjunto con Mercedes-AMG sino con Aston Martin. La unión con la marca británica dará sus frutos en cuanto al chasis y plataforma que se desarrollará en exclusiva para este modelo, pero no así en motorización. Ya que Adrian Newey y sus chicos planean que el primer Red Bull sea totalmente eléctrico, y que yendo más allá, se construya desde cero enfocado a impulsarse por motores eléctricos, tal y como se hizo con el Tesla Model S.
Al nivel de los superexóticos europeos
El objetivo que Red Bull Racing se plantea con el deportivo de la escudería es sencillo y simple, pero muy complicado. Y es que competir frente a frente con el Porsche 918 Spyder, el McLaren P1 y el Ferrari LaFerrari no será tarea fácil, pero el hecho de ir con un tren de propulsión cien por cien eléctrico abre puertas que van más allá de las prestaciones marcadas por el Tesla Model S P85D. Y es que si la berlina norteamericana acelera de 0 a 100 kilómetros por hora en 3.1 segundos con 700 caballos, ¿hasta dónde podría llegar el exótico de Red Bull, con, por ejemplo, 900 caballos y una tecnología de baterías mejorada?
Durante los próximos años veremos hasta dónde se involucra Aston Martin en el proyecto, y si el Vulcan (en pantalla) será sólo inspiración o quizás algo más para los chicos de Adrian Newey. El principal punto débil de este proyecto, por otra parte, será la velocidad punta y las altas velocidades, principal punto débil de los eléctricos. ¿Estará a la altura el británico?