La historia del Dodge Viper a estas alturas es más pasado que presente y futuro. Y es que no podemos negar que el icónico deportivo de la marca norteamericana tiene fecha de caducidad, y es muy, muy difícil que el Viper pase la presente década como algo más que un deportivo de altos vuelos que quedará relegado a la historia contemporánea de los mejores deportivos norteamericanos de alta gama.
Pero, ¿y si Dodge decidiese dar un giro al mercado del Viper como tal y orientarlo a un mercado más bien diferente? Y es que si no acaba de terminar como coupé de altos vuelos, cabe la posibilidad de que el Grupo FCA decida tirar por otros derroteros y tramitar el Viper como un cuatro puertas. Una idea descabellada para muchos pero que viendo estas ilustraciones, puede que no lo fuesen tanto. Al fin y al cabo, ¿no es ya el Challenger Hellcat el sustituto del Viper por excelencia?
Destinado a renovarse o morir
Han pasado ya varias décadas desde que el Dodge Viper SRT como tal fuese considerado un auténtico portento, uno de los coches más rápidos de Estados Unidos. El Viper SRT actual porta un motor V10 de 8.4 litros y una potencia neta que toca techo en 645 caballos, 650 cv en el caso del Viper ACR, la versión más radical y derivado del homónimo de competición. Sin embargo, los Muscle Cars más punteros están muy por encima del estadounidense, destacando sobre todo el Corvette ZR1 (y no hablemos del Zora, que debutará en el ‘Vette C7 con motor central-trasero) y el propio Challenger SRT Hellcat, en la propia casa.
Tenga futuro o no, está claro que si Dodge no decide dar un giro de 180 grados al Viper, lo más probable es que vuelva a desaparecer como ya ocurrió hace sólo unos años, y que esta vez sea para seguir el curso natural y no volver.
Ilustraciones: Theophilus Chin