Con un acercamiento cada vez más inminente hacia los coches de conducción autónoma en nuestras calles (algunos fabricantes esperan tener modelos en el mercado antes de que acabe la década actual), muchos países tienen que ir adaptando su marco legal existente para poder dar cabida a esta gran revolución que está a punto de acontecer durante los próximos años en el automóvil como lo conocemos hasta la fecha.
El último país en unirse a dicha tendencia ha sido precisamente el nuestro, España. La Dirección General de Tráfico (DGT) ha anunciado un marco normativo que les permitirá a los fabricantes, universidades, carroceros, laboratorios o instaladores de tecnología realizar ensayos y pruebas en vías abiertas al tráfico, siempre que se cumplan los requisitos que se exigen para poder acceder a la realización de dichas pruebas.
La DGT define como vehículo autónomo a todo aquel que cuenta con capacidad para poder realizar la conducción sin la supervisión o forma de control activa de un conductor humano, ya sea con la tecnología activada o desactivada (ya sea temporal o permanentemente). Con este movimiento, España se posiciona como uno de los primeros países a nivel mundial que habilitan las pruebas en vías abiertas al tráfico.
Por el momento, las concesiones que se realicen tendrán una validez de 2 años, si bien, se podrán prorrogar posteriormente otros dos años adicionales. La duda que nos queda ahora es… ¿apostarán fabricantes como Google por testear su coche en nuestro país?